miércoles, 2 de julio de 2008

Al terminar el curso...

No intento enseñar en el sentido de adoctrinar; intento mostrar mi oficio y generar ideas en quienes me siguen, ideas provocadas por lo que han oído. He sido profesor y he enseñado durante mucho tiempo en universidades y fuera de ellas. Mi pedagogía siempre se reducía a dos palabras: amor y provocación. Hay que querer a las personas a quien se dirige uno y yo quería a mis alumnos... Hay que provocar en el que escucha que piense por su cuenta. No hay que adoctrinar, hay que provocar... La tercera palabra, después de amor y provocación, consecuencia de ambas, es la autenticidad.

Escribir para vivir. José Luis Sampedro.

(La cursiva no es mía, figura así en el original)

martes, 1 de julio de 2008

CREDO PERSONAL

Creo en la Vida, Madre Omnipotente,
creadora de los cielos y la Tierra.
Creo en el Hombre, su hijo adelantado,
concebido en creciente evolución,
progresando a pesar de los Pilatos
que inventaron sus dogmas reaccionarios
para aplastar la Vida y sepultarla.
Pero la Vida siempre resucita
y el Hombre sigue en marcha hacia el futuro.
Creo en los horizontes del Espíritu
y en la energía cósmica del mundo,
creo en la Humanidad siempre adelante.
Creo en la Vida perdurable.

Amén.

José Luis Sampedro. Escribir para vivir.

martes, 10 de junio de 2008

La tierra de Alvargonzález

"...En las pequeñas ciudades las gentes se apasionan del juego y de la política como en las grandes del arte y de la pornografía -ocios de mercaderes-, pero en los campos sólo interesan las labores que reclaman la tierra y los crímenes de los hombres."

...

"Siempre que trato con hombres del campo pienso en lo mucho que ellos saben y nosotros ignoramos, y en lo poco que a ellos importa conocer cuanto nosotros sabemos."

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"...porque el pueblo no olvida nunca lo que brilla y truena."

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"Mucha sangre de Caín tiene la gente labradora..."

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"La maldad de los hombres es como la Laguna Negra, que no tiene fondo."

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"...porque a los malvados muerde la culpa cuando temen el castigo de Dios o de los hombres; pero si la fortuna ayuda y huye el temor, comen su pan alegremente, como si estuviera bendito.
Mas la codicia tiene garras para coger, pero no tiene manos para labrar."


Antonio Machado

Proverbios y cantares

XVI


El hombre es por natura la bestia paradójica,

un animal absurdo que necesita lógica.

Creó de nada un mundo y, su obra terminada,

"Ya estoy en el secreto -se dijo-, todo es nada".


Antonio Machado

lunes, 9 de junio de 2008

Botijos, cántaros, negocios y crisis

Después de tanto tiempo sin aparecer por aquí me voy a atrever a reiniciar el contacto con una propuesta para los que quieran hacer dinero con cierta rapidez.

Crea una empresa de construcción, de botijos por ejemplo.

Dedícate durante un tiempo a fabricar botijos, sigamos con el caso, muchos botijos, miles de botijos, ya puestos, ¡sin miseria, millones de botijos!, y ponlos en el mercado. No te importe que no hagan falta y que haya más botijos que personas necesitadas de ellos, siempre puede haber quien quiera tener dos, o tres, o... para presumir (¡Tengo un botijo en plena Puerta del Sol de Madrid queeee...! ¡Pues tengo yo uno en la costa...!) o revenderlos (Te vendo el botijo que tengo en Granada, a quince minutos de la Universidad -para cuando vaya a estudiar tu chiquilla, para que tenga el agua fresquita siempre a mano-, por... ¡chis!, y eso por ser tú) y especular con ellos (aunque para ello será necesaria una conveniente campaña, eso sí, secreta, de esas de "no se lo digas a nadie, pero...").

Que llega el día que no los vendes y tienes que comerte con patatas los botijos y a ti los botijos no te entran ni con patatas... pues nada, nada, no te preocupes, a tratar con el Gobierno, Local, Comarcal, Provincial, Regional o Central, que alguno entrará y te comprará los botijos -por supuesto al precio que tú fijes, estaría bueno que el precio, además, lo fuesen a poner ellos... ¡encima de hacerles un favor!-. ¿Crisis?

De esta manera, tú te haces con un buen dinerito, honrado, por supuesto, fruto de tu trabajo, y luego que el gobierno gestione los botijos como buenamente pueda... eso sí, sin venderlos muy baratos para que el precio no baje y no se rompa el mercado y, de esta forma, no perjudicar a los demás fabricantes de botijos, aunque, si los perjudica, ¡qué coooooo........ntra, que se hubiesen espabilao! ¿Quién dijo crisis? Ellos tendrán crisis...

No es culpa tuya ser 'tan tonto' y no darte cuenta de que tanto botijo no hay quien lo venda, que algún día el botijo del pitorro de oro se rompería.

Que quieres volver a las andadas, pues nada, pero esta vez nada de botijos, esta vez, esta veeeezzzz... que sean cántaros, eso, cántaros, que seguro que... que seguro que como sigues siendo 'tan tonto'... pues será igual que se de bien o mal; que se te da bien, pues ganancias pa' ti (eso sí, en negro, pa´l Gobierno ni un céntimo, bueno, un poco sí, para que no se mosquee mucho y te joda poco), que no, pues que el Gobierno se haga cargo, y ganancias pa'l tonto... Que este tonto nunca pasa una crisis.

¡Qué crisis, ni qué niño muerto de crisis!

martes, 15 de abril de 2008

Paradojas




Las fotos no son mías, me han llegado en un correo electrónico con otras bajo el título "Imágenes que circulan por internet".

Matemáticas cotidianas

Sin palabras.


La foto no es mía, me ha llegado en un correo electrónico con otras bajo el título "Imágenes que circulan por internet".

miércoles, 2 de abril de 2008

Más de lo anterior, o sea, de la entrada siguiente...

Me manda otro correo, la misma persona, en el que en documento adjunto me envía lo siguiente... También lo he buscado, claro, resulta que apareció en XLSemanal del 16 al 22 de marzo.


Subvenciones, maestros y psicopedagilipollas. Arturo Pérez-Reverte

Me sigue sorprendiendo que se sorprendan. O que hagan tanto paripé, cuando en realidad no les importa en absoluto. Ni a unos, ni a otros. Y eso que todo viene seguido, como las olas y las morcillas. La última –estudio internacional sobre alumnos de Primaria, o como se llame ahora– es que el número de alumnos españoles de diez años con falta de comprensión lectora se acerca al 30 por ciento. Dicho en parla normal: uno de cada tres críos no entiende un carajo de lo que lee. Y a los 18 años, dos de cada tres. Eso significa que, más o menos en la misma proporción, los zagales terminan sus estudios sin saber leer ni escribir correctamente. Las deliciosas criaturas, o sea. El báculo de nuestra vejez.

Pero tranquilos. La Junta de Andalucía toma cartas en el asunto. Fiel a la tradicional política, tan española, de subvenciones, ayudas y compras de voto, y además le regalo a usted la Chochona, la manta Paduana y el paquete de cuchillas de afeitar para el caballero, a los maestros de allí que «se comprometan a la mejora de resultados» les van a dar siete mil euros uno encima de otro. Lo que demuestra que son ellos quienes tienen la culpa: ni la Logse, ni la falta de autoridad que esa ley les arrebató, ni la añeja estupidez analfabeta de tanto delincuente psicopedagógico y psicopedagocrático, inquilino habitual, gobierne quien gobierne, del ministerio de Educación. Los malos de la película son, como sospechábamos, los infames maestros. Así que, oigan. A motivarlos, para que espabilen. Que la pretendida mejora de resultados acabe en aprobados a mansalva para trincar como sea los euros prometidos –una tentación evidente–, no se especifica, aunque se supone. Lo importante es que las estadísticas del desastre escolar se desplacen hacia otras latitudes. Y los sindicatos, claro, apoyan la iniciativa. Consideren si no la van a apoyar: ya han conseguido que a sus liberados, que llevan años sin pisar un aula, les prometan los siete mil de forma automática, por la cara. Y más ahora que, de aquí a tres años, con los nuevos planes de la puta que nos parió, un profesor de instituto ya no tendrá que saber lengua, ni historia, ni matemáticas. Le bastará con saber cómo se enseñan lengua, historia y matemáticas. Y más si curra en España: el único país del mundo donde los profesores de griego o latín enseñan inglés.

Así, felices de habernos conocido, seguimos galopando alegremente, toctoc, tocotoc, hacia la nada absoluta. Todavía hay tontos del ciruelo –y tontas del frutal que corresponda– sosteniendo imperturbables que leer en clase en voz alta no es pedagógico. Que ni siquiera leer lo es; ya que, según tales capullos, dedicar demasiado tiempo a la lectura antes de los 14 años hace que los chicos se aíslen del grupo y descuiden las actividades comunes y el buen rollito. Y eso de ir por libre en el cole es mentar la bicha; te convierte en pasto de psicólogos, psicoterapeutas y psicoterapeutos. Cada pequeño cabrón que prefiere leer en su rincón a interactuar adecuadamente en la actividad plástico-formativo-solidaria de su entorno circunflejo, por ejemplo, torpedea que el día de mañana tengamos ciudadanos aborregados, acríticos, ejemplarmente receptivos a la demagogia barata, que es lo que se busca. Mejor un bobo votando según le llenen el pesebre, que un resabiado culto que lo mismo se cisca en tus muertos y vete tú a saber.

El otro día tomé un café con mi compadre Pepe Perona –«Café, tabaco y silencio, hoy prohibidos», gruñía–, que pese a ser catedrático de Lengua Española exige que lo llamen maestro de Gramática. Le hablé de cuando, en el cole, nos disponían alrededor del aula para leer en voz alta el Quijote y otros textos, pasando a los primeros puestos quienes mejor leían. «¿Primeros puestos? –respingó mi amigo–. Ahora, ni se te ocurra. Cualquier competencia escolar traumatiza. Es como dejar que los niños varones jueguen con pistolas y no con cocinitas o Nancys. Te convierte en xenófobo, machista, asesino en serie y cosas así». Luego me ilustró con algunas experiencias personales: una universitaria que lee siguiendo con el dedo las líneas del texto, otro que mueve los labios y la cabeza casi deletreando palabras… «El próximo curso –concluyó– voy a empezar mis clases universitarias con un dictado: Una tarde parda y fría de invierno. Punto. Los colegiales estudian. Punto. Monotonía de lluvia tras los cristales. Después, tras corregir las faltas de ortografía, mandaré escribir cien veces: Analfabeto se escribe sin hache; y luego, lectura en voz alta: En un lugar de la Mancha, etcétera». Lo miré, divertido. «¿Lo sabe tu rector?». Asintió el maestro de Gramática. «¿Y qué dice al respecto?». Sonreía mi amigo, malévolo y feliz, encantado con la idea; y pensé que así debió de sonreír Sansón entre los filisteos. «Dice que me van a crucificar.»
Para ver el texto:


Página del autor:

http://www.capitanalatriste.com/index.htm

lunes, 31 de marzo de 2008

Decencia y docencia

Tengo cantidad de cosas en el teclado, si no edito no es porque me falte qué decir... Todo llegará, ahora me escapo un momento para editar esta entrada, el texto me lo han mandado por correo electrónico. Lo he buscado, es del diario ABC de Sevilla del día 26 del corriente, copio y pego.


La decencia de la docencia. Fernando Iwasaki


COMO es de dominio público, la Junta de Andalucía pretende combatir el fracaso escolar ofreciéndole a los profesores un incentivo de siete mil euros, siempre y cuando se comprometan a aprobar a más alumnos. Puedo imaginar lo bien que le vendrían esos siete mil euros a nuestros maestros, porque sus salarios están congelados desde hace años y porque muchos de ellos tendrán deudas e hipotecas como todo el mundo. Sin embargo, en un gesto que les honra y que no quiero dejar de elogiar, la mayoría de profesores andaluces ha rechazado el soborno de la Junta. Es la mejor noticia que podíamos recibir.
Quiero creer que las eminencias educativas de la Junta son cándidas —para no dudar de su honradez— o que han caído en la demagogia —para no dudar de su inteligencia— pues si un maestro aceptara esos siete mil euros, estaría admitiendo «de facto» que sus evaluaciones eran incorrectas, arbitrarias y deshonestas, porque ningún profesor que ya cumple con su deber necesita que lo estimulen con siete mil euros para hacerlo mejor. Por lo tanto, la sola ocurrencia de ofrecer un incentivo económico ya era un insulto, un menosprecio y una denigración contra el estamento docente.
Durante los años 70, quienes estaban a favor de una pedagogía progresista propugnaban una «conciencia crítica» que le diera sentido al conocimiento, porque entonces se creía que la ciencia, el arte y las humanidades tenían que ser continuamente cuestionadas por el educando y los educadores. ¿Qué ha ocurrido con esa generación? ¿Ningún profesor o alumno socialista de aquellos años ha sobrevivido? No me extrañaría que hubieran muerto de asco, porque lo que la Junta de Andalucía está haciendo contra la educación es de vergüenza: ni conocimientos, ni «conciencia crítica», ni nada que se le parezca. Sólo seiscientos euros para los alumnos que asistan a clase y siete mil euros para los profesores que quieran aprobarlos por asistir.
Uno de los métodos más seguros para conseguir una baja laboral por esquizofrenia, consiste en ver los últimos episodios de la serie «Cuéntamente cómo pasó» e inmediatamente cambiar a «Fama», «Gran Hermano» o «La isla de los famosos». Y entonces viene la pregunta del Tranxilium: ¿Cómo un país tan progresista, solidario y políticamente correcto como el de la serie, se convirtió en el refugio de cretinos, pelagatos y cacasenos de los concursos? El problema es que en lugar de escuchar a los maestros, hay gobernantes que prefieren que el problema lo resuelvan los guionistas de teleseries.
No se me escapa que el pensamiento y la ideología de los profesores son de lo más diversas, pero la grandeza de su gesto radica en que les une la integridad, el decoro y la coherencia. Así, maestros progresistas y conservadores, creyentes y no creyentes, jóvenes y veteranos, interinos y con plaza, todos se han indignado moralmente porque el vergonzante plan de calidad de la Junta atenta contra su propia deontología profesional. Es decir, recibir dinero a cambio de aprobar a un estudiante que no merece aprobar. Es como si a un médico se le pagara para que engañe a sus enfermos diciéndoles que están sanos. Es como si a una mujer maltratada se le diera dinero para que niegue las palizas. Es como si a un juez se le sobornara para que dicte una sentencia injusta.
No hay estamento más maltratado que el de la enseñanza, pues a la destrucción de su autoridad, al menoscabo de su salud física y mental, a las agresiones de padres y alumnos, y a la pérdida del poder adquisitivo de sus salarios, se ha sumado el desprecio de una Junta de Andalucía que encima esperaba que se vendieran por un plato de lentejas.
Me haría ilusión que a los maestros y profesores les constara que su conducta nos devuelve la confianza en la enseñanza pública y que nos han enseñado con el ejemplo. Con la decencia de la docencia y viceversa.


Para ver el texto:


Página del autor:



Uno hace las cosas porque las siente, porque cree que están bien, porque está convencido de que hace lo correcto, porque eso es lo que tiene que hacer... pero se agradece que alguien lo note, lo agradezca y lo dé a conocer.

Por el momento nada más sobre los incentivos, algún día puede ser que siga...

sábado, 8 de marzo de 2008

Para las víctimas, respeto

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Para los asesinos, una mierda


lunes, 25 de febrero de 2008

¡Ya estoy aquí!

Esta vez la ausencia no ha tenido nada que ver con problemas técnicos... No, tampoco han sido de salud... Sólo que, a veces, se acumula trabajo, familia, y hay que priorizar; entonces, como que el ocio, o mejor, parcelas de él, tienen que quedar aparcadas por un tiempo.

Durante este tiempo lo que no he dejado ha sido de leer (soy de los del libro-revista-instrucciones-prospecto-bote para ir al servicio). Lo último, o quasiúltimo, ha sido "Relatos y poemas para niños extremadamente inteligentes de todas las edades", una recopilación/antología de relatos y poemas realizados por Harold Blomm (Editorial Anagrama), que me ha prestado un muy buen amigo, un amigazo, al que llamaremos Tito Oso, no sea que al prestármelo haya incurrido en delito y la Justicia la tome con él (que digo yo, por otro lado, que si la Justicia es ciega ¿cómo lo va a encontrar?)... aunque no encuentro por ningún sitio eso de "Queda prohibida la reproducción... y el préstamo...".

He de confesar que, de primeras, no me hizo mucha gracia, ya que al escrutar en el índice me encuentro con que no hay nada que en su origen fuese escrito en castellano... pero lo he leido, de principio a fin (eso sí, en el orden que me ha dado la realísima gana), pues viniendo de quien venía lo menos que podía hacer era intentarlo. Tengo que confesar que me he encontrado con cosas muy suculentas.

El libro termina con este poema de Christina Rossetti:

CUESTA ARRIBA

¿Va cuesta arriba todo este camino?
Hasta el mismo final.
¿Llevará la jornada el día entero?
Desde el alba a la noche, amiga mía.

¿Y ofrecerá en la noche un lugar de descanso?
Encontrarás un lecho para las lentas, las oscuras horas.
¿Y si no puedo verlo entre tantas tinieblas?
Ésa es posada que ninguno pierde.

¿Hallaré otros viajeros cuando llegue la noche?
Aquellos que te fueron por delante.
¿Golpearé la aldaba, daré voces al verla?
No se trata de puerta que haga esperar a nadie.

Dolorida y cansada, ¿encontraré cobijo?
Allí estará el final de todos tus trabajos.
Todos los que buscamos, ¿tendremos allí lecho?
Sí; todos los que lleguen encontrarán su cama.